El miércoles Axel me preguntó si quería ser su novia y yo me quedé pensando a qué carajos se refería él con eso. Quiero decir, nuestra vida sexual se limita a unos diez minutos semanales y jamás se pasó un fin de semana entero (las noches de viernes y sábado, digamos) conmigo. Lo veo de a ratitos, antes o después de que se tenga que ir a hacer algo, y últimamente -como si fuera poco- tampoco lo estuve encontrando en su celular.
Aún así, Axel se sorprende cuando le digo que lo que me da no me alcanza. Que para estar así, lo más lógico sería seguir en una relación sin título y que cada uno hiciera la suya.
Yo digo: este pibe vio a su ex cornearlo en su propia cara (literalmente); ¿no aprendió nada? Yo, que en teoría soy su novia actual, le digo que no está nunca, que tiene el perfil perfecto del cornudo y se sorprende.
De los novios que tuve, sólo con uno pude mantener una relación monogámica. No era el más lindo, ni el más inteligente, no hacía acrobacias en la cama; pero estaba conmigo. No es complicado. Al mismo tiempo, Axel no es el hijo de puta de Cóndor, y si bien está pidiendo a gritos que lo caguen, no da boludearlo (me parece).
En fin, querido; no es tan complicado. Vos, ¿qué carajo querés?
Axel: A reality cheque.
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