Viernes a la noche: recibo un sms de un amigo de Casi Fede invitándome a salir.
¿Tenés bulo o auto? pregunto, antes de decirle si estoy o no disponible.
No, pero podemos ir a la casa de un amigo, responde.
¿Con el amigo adentro? pregunto, recordando la infausta situación ya vivida con The Hook y su amigo feo.
No, no, mi amigo no va a estar, responde.
Porque si está tu amigo, todo bien, continúo; pero que esté cogestible.
Bueno, en realidad, admite; a mi amigo ya lo conocés. Es Casi Fede.
¿¿Casi Fede?? respondo, ¿le dijiste que me ibas a llevar a mí a su casa?
Sí, claro.
¿Y qué te dijo?
Nada, me contó una versión de las cosas que lo deja bastante bien parado.
Por supuesto.
Arreglamos hora y lugar (el lugar ya lo tenía agendado) y lo veo más tarde.
Me abre la puerta un chico grandote, con rulitos. Me espera con un "New Age" y unas Doritos. En el departamento huele como si se hubiera bajado una plantación entera de marihuana.
Tomamos y hablamos mientras escuchamos Estopa en la PC de Casi Fede, hasta que eventualmente la misma se auto-apaga y no vuelve a prenderse. Fede 15 trae la laptop. Pone el tema que estábamos escuchando y me pide que le baile. Le bailo este tema de Estopa y apenas termino, me sienta encima de él y me besa mientras me apoya como si no hubiera un mañana. Me levanta en el aire y camina en dirección a la cama de su amigo. Me saca el vestidito y me mete la mano en la bombacha, yo le aviso que estoy indispuesta.
Como si no hubiera escuchado nada, me empieza a colar los dedos. Le recuerdo, nuevamente, mi situación. Me saca la bombacha y me empieza a chupar la concha.
Me quedo unos segundos preguntándome si la conducta de Fede 15 se deberá al exceso de sustancias fumadas o será así su naturaleza. Después, él empieza a colarme los dedos mientras me sigue chupando y simplemente me limito a disfrutar.
Le devuelvo el favor un rato y le pido que me coja. Va a buscar forros y me lamete. Eventualmente, acaba.
Recibe un SMS de Casi Fede, quien *justo* tiene que pasar a buscar unas cosas. Un par de minutos más tarde, toca el timbre y le abro yo, en bombacha. Me mira como si fuera Satanás y entra rápido a buscar lo que necesita. Yo me acuesto sobre la cama, boca abajo. Cuando se va, mira para donde estoy yo, acostada en tanga, y simula no verme.
Todavía estoy en bombacha cuando vuelve a pasar, esta vez para avisar que va a subir a la terraza a fumar porro. Cuando les abro la puerta, veo que está con dos o tres chicas, feas todas ellas.
Me visto y tomo algo, mientras Fede 15 me llama un taxi sin preguntarme antes si me quiero ir ya.
Mientras esperamos que me vengan a buscar, saca la cámara de fotos y me toma un par. Nací en la época equivocada para que me saquen fotos, explico, en los 50 me habría llenado de plata. Él abre los ojos.
Sos una pin-up, me dice, qué copado. Hacía tiempo que quería hacer una sesión de fotos con una pin-up. Me río. Me pregunta si tengo el vestuario. No, pero se consigue. Le pregunto si se coge a todos las minas que fotografía.
Llega el taxi. Entro al auto y, luego de darle las indicaciones al conductor, me acuesto en el asiento y me duermo hasta llegar a casa.
Fede 15: situación por demás bizarre
