Me quedé unos segundos apoyada sobre una barandita que había del otro lado de la cortina, acechada por un montón de ojos lascivos. Miraba para otro lado y pensaba ¿¿Dónde se metió este pibe?? y de repente lo vi, re tranquilo, con un Cuba Libre en la mano. Lo abracé como si fuera el mejor tipo de mi vida y luego de preguntarle dónde se había metido me respondió que había ido a comprar algo fresco (?). Anyway.
Fede 09 me tomó de la mano y de nuevo empezamos a recorrer los reservados en busca de sólo Dios sabe qué. Quiero decir, no sé bajo qué parámetros evaluaba las circunstancias de cada pareja como para hacerle thumbs up o thumbs down.
Me condujo al lado de una gordita que estaba cogiendo parada con las manos sobre la pared con las tetas al aire. Mientras él le tocaba las tetas yo me preguntaba cuál era la joda de estar ahí. Para él, digo. Cualquier imbécil se podía dar cuenta que yo era mucho más linda que la cachetuda que en esos momentos gritaba como un animal malerido sobre la pared. Pero claro, la gracia de esos lugares no es garcharse a la mina más linda, sino que te pinte una e ir a darle cual animal en medio de la jungla. A mí, en realidad, toda esa situación me favorecía bastante. Quiero decir, el novio, amante o whatever de la gordita se re-partía. Era un pibe alto, con muy lindo cuerpo...y todavía no había visto lo mejor.
La gordita se salió de la pose empernatoria en dirección a la pija de 09, quien en esos momentos me dijo Agarrátelo a él. Y bueno, qué sacrificio. Apenas sacó su miembro de la anatomía de su novia, pude contemplar una pija grande y divina. El pibe se sentó en uno de los sillones de cuerina. Se sacó el forro que venía usando y abrió otro, con la tranquilidad de quien está prendiendo un cigarrillo. Me corrí la bombacha y me subí encima de él. En esa posición le vi bien la cara: el pendejo era hermoso.
Sos hermoso, le dije mientras me lo cabalgaba. Él, ni pelota. Después de unos minutos de disfrutar de esa maravillosa pijota en esa posición, me acostó sobre los sillones y me cogió fuerte. No suelen pasarme estas cosas, pero ahí mismo me acabé toda. Se quedó un segundo quieto, encima mío. Me puso en cuatro y me la metió tan fuerte que pegué un grito como si me hubieran clavado un cuchillo.
Le pedí disculpas, le dije que me dolía en esa posición. Él se dio vuelta para ver a la gordita y vio que ella y mi amigo ya habían terminado, así que me cogió medio mal e intermitente por unos segundos, mientras la miraba, como preguntándose qué hacer. Le dije ¿Querés ir con tu novia? Me contestó que sí y se fue con ella.
Fede 09 se acercó a mí, mientras me acomodaba la ropa. Al lado nuestro, la gordita se subió encima del chico que recién me había garchado y no pude evitar notar que el Dios de la super pija no había tenido la gentileza de cambiarse el forro antes de metérsela.
En el sw II
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