Un viernes a la noche recibo un sms de Fede 09 invitándola a su espectacular casa en Olivos. Le digo que sí, obvio; aunque me imagino que esto va a terminar en terrible puterío. Capaz por eso, precisamente, acepto.
Cuando me pasa a buscar Fede 08, la idea de la tricota ya está clara en mi mente. 08 tiene el auto tan sucio, que no sé cómo hacer para no reírme en su cara mientras veo las numerosas cagadas de paloma sobre el parabrisas. No tenemos mucho de qué hablar durante el viaje, en realidad Fede 08 y yo nunca hablamos demasiado.
Finalmente, cuando estamos en plena Panamericana, Fede 08 se baja la mallita y caballerosamente invítame a hacerle un pete automovilístico. Qué sensación, manejar por la Panamericana empetado. Ni hablar cuando pasamos por el peaje.
Paramos en una YPF, donde nos encontramos con dos autos más, llenos de chongos. Ocho, en total. Fede 09 se mete en el mugriento auto de Fede 08 y me voy al asiento de atrás con él. 08, de tanto mirar para atrás, empieza a manejar en eses, peor que cuando estaba empetado él mismo.
Llegamos.
¿Qué onda? me pregunto. ¿Me voy a coger a todos estos?
Los miro. De los ocho, hay uno que no me gusta y otro que va re para atrás. Que ni con una mano ortopédica. Hay un chongo 3 que está altamente cogible. Chongo 4 es un morocho muy potente. Chongo 5 tiene poca onda y no me interesa. A Chongo 6 no le daría, a 7 tampoco; y 8 le resulta totalmente incogible.
Algunos chicos van a jugar al tenis. Chongo 3 me dice que por qué no vamos a ver la parte de arriba de la casa; forma caballerosa de invitar al polvo, si las hay. Vamos al baño en suite de la casa (sí, al baño!), Chongo 3 me besa y me coge sobre el jacuzzi sin agua.
Advierto que el muchacho tiene la delicadeza de seguir dándome aún con el pito muerto, como si sirviera de algo, ¿no? pero la vale la inteción.
Llega la noche. Durante el día, me cojo a todos los miembros de la casa en algún momento. De a uno o de a dos, a lo sumo; con otros mirando, vestidos, con el vaso de Fernet en la mano. Todos me piden el celular.
Finalmente, Fede 08 se va y con él Chongo 3, 4 y 5. Me meto en el auto con Fede 09, Chongo 6 y 8 (el incogible) y nos vamos al depto de uno de ellos. Tomamos algo.
Mediante una maniobra despiadada, Fede 09 me hace calentar, pero me coge Chongo 6. No es tan terrible después de todo, 6 me coge re bien y encima le pasa aceite de bebé por el cuerpo. Además estoy en posición perrito, así que tampoco lo veo, de última. Y dale.
El tema es cuando se prende Chongo 8, que aparte de ser impresentable, tiene un maní muerto.¡Horror! Me estoy por pedir un taxi a su casa, pero Fede 09 me dice que me van a "acercar". Finalmente, Chongo 6 y 8 me llevan en el auto. 8 intenta garcharme en el tu-tú, pero me arrojo hacia el asiento de adelante y lo mando a cagar.
Efectivamente, Chongos 6 y 8 me "acercan". Me dejan en una esquina de Palermo, desde donde me tomo un taxi hasta mi casa. Tristísimo. Pero... ¿quién me quita lo garchado?
La casa de la gran chota.
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caballerismo a agosto