Frida 02: Oh no

Es noche de tortas. Nos encontramos en Plaza Serrano, en la puerta del Tazz y entramos.
Es temprano. Frida come unas "quesadillas" y yo pido vegetales al wok. Me llama Fede.

Hola, Lúlu, me dice. Fede siempre acentúa la primera u. Me pregunta qué estoy haciendo y le cuento que estoy con una amiga. Él me cuenta que está en la cena de Pésaj y que después seguro sale con sus amigos. Le digo que si hace algo que avise, así nos vemos.

No lo hago a propósito, pero monopolizo la charla. A Frida no parece molestarle. Comemos rápido y empezamos a caminar.

Pasamos por la puerta de Liquid y noto que, por primera vez en la vida, no veo cola para entrar. Claro, es re temprano. Le pregunto a Frida si quiere entrar y acepta.

Estamos tomando algo cuando Fede vuelve a llamar.
Lúlu, me dice, ¿nunca pensaste en convertirte al judaísmo?
La verdad que no, ¿por?
Ah, porque serías la primera judía que se llame Lourdes.
¿Ajá?

Me dice que parece que no sale nada, que no van a salir. Me pregunta algo sobre mi amiga y no sé de qué manera sutil explicarle que le gustan las almejas. No se la van a coger, le digo; igual creo que no entiende.

Abandonamos el lugar y caminamos hacia la casa de Frida. Tomamos el ascensor, entramos.

Frida pone música y me trae un vaso de Sprite Zero. Hablamos un par de boludeces más y finalmente, me besa. Empezamos a franelear zarpado, hasta que nos vamos a su pieza.

Le saco la ropa y descubro que tiene muy lindo cuerpo. Le chupo las tetas y la pajeo, ella se excita y se moja al toque.
Le empiezo a chupar la concha. Gime y se tuerce, desde donde estoy le veo las tetas moverse, le pellizco los pezones.

Paso una eternidad chupándola y pajeándola y no acaba.

Cuando ya tengo la lengua acalambrada, me acuesta sobre la cama y me chupa las tetas mientras me pajeo; acabo al toque. Me encantó cómo acabaste, me dice. Y sí, está bueno que pase de vez en cuando, pienso pero no se lo digo.

Qué frustración, boludo; pienso. Frida se enrosca a mi cuerpo y le acaricio la cola. Le pido que me llame un taxi.

Durante el viaje de vuelta pienso en la anorgasmia de Frida. ¿Será siempre así? ¿Por qué carajo no me dijo que no acababa? ¿Cuál es la gracia de una lesbiana que no acaba?

Una lesbiana que no acaba es como un vibrador con las pilas gastadas. Mierda.