Primera parte.
Jueves por la noche.
Con Fede 11 tenemos una cita casi tácita. Hablamos por la tarde vía MSN, me pasó su celu y me dijo Llamame si querés hacer algo más tarde.
Alrededor de las ocho de la noche, lo llamo y lo sorprende mi voz aguda. Y eso que ya me conoce en persona, quiero decir, ya me escuchó "en vivo". Anyway.
Fede 11 toca timbre antes de lo previsto y me agarra en el baño, sin maquillaje y con los ojos hinchadísimos por los lentes. Le mando un sms pidiéndole que espere. Me maquillo en un minuto y paso unos cuatro sentada sobre la tapa del inodoro, esperando que me baje la hinchazón.
Voy a abrirle, hecha una diva.
Llegué temprano, me dice. No, no, respondo, estaba hablando por teléfono (?)
Entramos y halaga mi casa. Sí, es re estudio de artistas bla bla, le hago el tour correspondiente que incluye ver desde mi teléfono de Winnie Pooh hasta mi poronga de goma y las esposas de $7. Con todo eso, algún día haremos un museo.
Vamos al living y traigo vino. Parte del ritual cuando un Fede viene a casa es mostrarle "mis videos": una sucesión de vhs's que incluye shows míos de mis épocas de bailarina, mi imitación de Freddie Mercury y un video sobre el clasicismo que hice con una amiga cuando tenía 16 años. En el mismo, puede apreciarse una Lulú con el pelo teñido de negro, larguísimo, y casi 20 kilos de más.
No sé si paso estos videos porque me gustan y podría verlos mil veces o porque siempre confío que el Fede de turno se va a repudrir del embole y arrojarse sobre mí aún antes de lo previsto.
Fede 11 ya vio mi imitación de Freddie Mercury, mis videos bailando y gran parte del video del clasicismo, cuando empieza a besarme. Pasamos un rato largo franeleando con la ropa puesta, me chupa las tetas corriéndome el vestido y hace un punto (he makes a point) acerca de que no le entran en las manos. Oh sí.
Le saco el jean con cuidado de no serrucharle la cotorra con el cierre. Los boxers que tiene puestos están muy bien, oh ya no los tiene puestos.
A 11 le gusta estirar la previa, supongo que no sabe que soy el tipo de mina que a los diez minutos está pidiendo pija. Igual, lo suyo es muy loable. Hace mucho que lee el blog y alguna vez me preguntó qué era coger bien para la Rubia Lulú. Yo destaqué, entre otras cosas, la existencia de una buena sesión de cunnilingus como elemento fundamental y parece que lo tuvo en cuenta. Se queda ahí un tiempo considerable y es bastaaaaaante bueno.
Le digo que me coja ya, en nombre de todo lo sagrado. Abre un preservativo, pero por algún motivo este se encuentra todo abierto. No el sobrecito, sino el forro mismo está pre-estirado. Nos quedamos un segundo mirando el condón como dos pelotudos, hasta que yo voy a la cocina a agarrar una caja de 14 Tulipán recién adquirida en Coto.
Fede 11: Freddie Mercury, clasicismo y alcohol
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