Fede 12: Cena conmigo misma

Es viernes, y estoy teniendo un día de mierda. De mierda mal.

Por la mañana me doy cuenta que perdí mi billetera con más de $100 en billetes de 10 y 20 y, por supuesto, mis documentos y credenciales. Es decir que a mis obligaciones programadas para ese día, tengo que agregarle una investigación onda detective privado en los lugares donde creo que puedo haber dejado mis cosas.

A la noche, cuando me estoy preparando para irme al prof, empieza a hablarme Fede 12 por MSN y quedamos en vernos al terminar mi clase. Inmediatamente, cambio mi atuendo para esa velada.

Viniste vestida para la guerra, me dice una compañera. Le explico que tengo una cita después de la clase y terminamos hablando de mi blog. Le digo que la gente no se arma un blog para expresar puntos de vista ni para discutir, sino para ponerla.

Salgo del prof a las 22.10 y en vez de encontrarme con Fede 12 esperándome, de acuerdo a lo planeado, me encuentro con un mensaje suyo diciéndome que todavía está en el diario y que no va a poder llegar hasta las once. No hay problema, le digo; total, con el tema de los documentos, las ideas y venidas, no comí nada en todo el día. Aprovecho y como algo hasta que llegue, pienso.

Me quedo en la puerta del prof hablando con unas compañeras y de repente se me hacen las 11 de la noche. Entro en Acatraz, me siento y pido un plato de fideos y una coca zero. Le mando un SMS a 12 diciéndole que termino de comer y me voy a la mierda.

Los fideítos tienen distintos colores y están ricos. Como con alegría mientras recuerdo un capítulo de Seinfeld en el que Elaine quiere pedir un plato en particular, pero no consigue que se lo lleven a su casa. Cuando Jerry le pregunta por qué no va a comerlo al restaurant, ella dice And eat it there? Like SOME LOSER?!?! Bueno, más o menos en esa situación me encuentro yo, aunque peor, porque espero a un tipo que -ya lo sé- jamás vendrá. ¿Qué queremos las mujeres? Pija, pija y plata. Y yo, en ese este momento, con mi billetera recién afanada y la ausencia de 12, carezco de ambas.

Termino de comer, pago la cuenta. La verdad, bastante barato. SMS para 12: terminé de comer, adiós. Me llama.
Me dice que todavía está en el diario, que no se puede ir. Me pide perdón con la convicción de alguien que sabe que quedó para el orto y yo le digo que se quede tranquilo, que nada de esto saldrá publicado en el blog.