Dormir o coger, es la cuestión.

"A man will always trade sleep for sex"
Jerry Seinfeld.

Esta semana estuve durmiendo para el ortho, lo cual repercutió ampliamente en mi (ausencia de) vida sexual. Cada uno de los días, me encontré rechazando tentadoras y no tan tentadoras invitaciones a recibirla, debido a que prefería irme a mi casa a dormir, antes de coger en ese estado.

Como comentaba en el post anterior, no puedo coger cuando quiero dormir. A diferencia de Seinfeld, y pese al gran amor que todos saben que siento por la pija, no puedo negociar sueño por sexo.

Lunes: Estoy en el centro al mediodía y recibo el llamado de Fede 12, el chico que vive con su familia y aprovecha cada vez que su hermana sale a pasear a Sultán para invitarme para un "rapidito".
Tengo buenos recuerdos de 12, hacía maravillas con la lengua; pero me acosté a las 3 y me desperté a las 7, no hay cosa en el mundo que desee más que mi futón para dormir la siesta. Forget it.

Martes: Por la noche, un sujeto me ofrece enseñarme a meterme una pija enorme en la garganta. Declino la oferta, esta vez no porque tenga sueño, sino porque es algo que pienso dejar para más adelante. Cuando pase, es probable que no escriba de eso en el blog, porque me resultó un tipo piola y qué feo inmortalizarlo acá, en función de su pija. Pasemos al miércoles.

Miércoles: Fede 08 me había invitado a su oficina a enfiestarme con él y con 09. Por más tentadora que me pareciera la propuesta, al llegar a casa al mediodía con apenas 3 hs de sueño encima, me desmayé sobre el futón y me desperté a las 5 de la tarde.

Jueves: Un chico igual a Ricky Martin que está ansioso por federar me invita a tomar algo. Quedamos en hablarnos para arreglar los detalles, pero llegado el momento, estoy tirada sobre el colchón, babeándome.

Predicción para el viernes: Los chicos de la radio me invitaron a una fiesta. Vaticino que llegaré a la misma con la leche saliéndome de las orejas, que me voy a querer aparear hasta las botellas y que nadie en el lugar estará in the mood for it.