Fede 19: Vamos a tragar, mi amor.

Domingo, 07:00 del amanecer: Estoy durmiendo plácidamente, cuando suena mi celular. Es Fede 19.

Me encantaste, me dice. Estoy re al palo.
Yo estoy re dormida, le contesto.
Me pregunta si puede venir a dormir conmigo.

Claro, no me conoce. No sabe que mi relación con los hombres se limita a coger y no incluye dormir. Dormir, se duerme solo. Tampoco sabe que no me gusta coger dormida después de aquel novio (el que le gustaban los trabas) que encontraba encima mío, jadeando, cada vez que abría los ojos.

Fede 19 insiste, así que le digo de vernos esa misma noche (que me deje dormir, la concha de la lora). No pienso, en esos momentos, que el hombre carece de proyección en el tiempo. Para el hombre sólo existe el ahora. Ahora se me paró la pija. Y eso es todo lo que entienden.

Cuando llego a su casa esa noche, me atiende casi como si fuera una amiga. Mejor dicho, me trata como si no fuera a pasar nada entre nosotros. No me toca cuando habla, él está en una silla y yo en otra. Es todo muy raro.

Finalmente, aprovecho que 19 está hablando por celular para subirme encima de él en la silla y empezar a morderle el cuello. La idea era chuparle la pija mientras continuaba con la conversación, pero el muy corta mambos termina de hablar al instante. Me besa y sumerge la cabeza entre mis tetas.

Vamos a la cama.

Apenas apoyo mi boca sobre la pija de 19, él me avisa que está por acabar (ah buah). Así que, simplemente se la chupo hasta que acabe. Me pregunta si me tiene que "avisar" y le digo que no. Cuando siento su leche en mi boca, le muestro como hago espumita y luego la trago.

Como ya saben, no es algo que suela hacer, andar tragando. Pero la leche de 19 no brota cual huracán, onda Fede 08, que encima tiene la costumbre de apuntarme al ojo. No, 19 tiene leche de baja presión y no tiene feo gusto.

Luego de semejante hazaña, imagino que me va a decir algo. Algo del estilo de Oh sí; en fin, cualquier cosa salvo lo que le escucho decir: ¿No hace mal tragar eso?

Después, un polvo decente: me pide que lo cabalgue y me lo cojo como si no hubiera un mañana. No dura una barbaridaaad, pero me da tiempo a acabar dos veces, oh sí oh sí.

Ya a la tercera, me coge de costado. Esta posición parece excitarlo mucho, por lo que nuevamente, acaba en un santiamén. Como no me da tiempo de nada, me pajeo mientras me chupa las tetas y acabo enseguida. Fede 19 parece sorprendido.

A muchas mujeres les cuesta lograr lo que vos hacés en dos minutos.
Me gustaría decirle algo constructivo al respecto, pero sigo gozando, así que ni sé qué digo.

Me habla de hacer tricota con Casi Fede 02, con un entusiasmo que me hace pensar que ansía chocar su bolsa contra la de 02. Le digo que me avise.

Me acompaña a tomarme un taxi y nos despedimos como buenos amigos.