Axel, oh sí.

Este maravilloso hombre me coge, me cuida, me trata bien y no me cuestiona que me coja otros tipos. Es, en otras palabras, el chongo perfecto.

Recordarán las sabias palabras de la Lovejoy, cuando decía que los peores tipos eran los que parecían no tener defectos. Axel los tiene. Nada del otro mundo, están ahí nada más para asegurarme que no aparentará perfección hasta la noche en que me cague el baño y desaparezca sin echar Glade.

El primer defecto que le encontré a Axel fue un arito que lleva en la oreja derecha. Confío en que, a medida que avance nuestra relación, alguna noche mientras duerma podré sacárselo y enterrarlo en una maceta. Asimismo, podría vivir sin ver su cadenita con el dije de River Plate o su pulsera plateada. Casi me muero del horror cuando me dijo que se iba al Obelisco porque había ganado River y no sé qué responderle cuando le mando un SMS diciendo que me estoy cagando de frío en el 15 que va a Pacheco y me responde "Yo te abrigo" (?).

Qué tendrá Axel que decir al respecto de alguien que, como yo, compra encendedores luminosos por $2 y desayuna en el bondi todas las mañanas. Sería interesante saberlo.
Yo, mientras tanto, estoy tranquila; porque sé que él nunca me va a hacer esto.