No sé en qué realidad paralela viven algunos tipos.
Ayer me llega un mensaje de un chongo equis que reza: Gracias, querido. Espero verte pronto, en un partido de fútbol o en la cama de Lulú.
Ah bueno, pienso, ahora mi cama es centro de reunión; qué fantástico. ¿Para quién era ese mensaje? pregunto.
Oh, creo que hice un lío con la agenda, responde; ¿Con quién tengo el gusto?
Soy Lulú, boludo.
Inmediatamente, me invita a una orgía esa misma noche. Ustedes, evidentemente, lo saben mejor que él: estoy teniendo serios problemas para (dejar de) dormir. La cita es 22.30 y recién son las 22.00 hs. Me muero de sueño. Me tiro diez minutos, pienso, y después me tomo un taxi (la casa de este chongo queda a apenas unas cuadras).
Me despierto con los ojos pegados y mi oso rosa en el piso a las tres de la mañana. Estoy en el hornillo, pienso. Y a los dos minutos, vuelvo a quedarme dormida.
Too bad for este chongo equis, pienso. Se me ocurre, al día siguiente, mandar algún SMS de disculpa explicando lo que pasó; pero bueno, tampoco es que me perdí una conferencia de prensa con David Muñoz. Son cosas que pasan, después de todo.
Por la tarde, recibo el siguiente mensaje:
Todo bien, pero conmigo, la próxima me decís Mirá, conseguí una más grande, más cerca o más temprano. pero plantazos no, dale?
Ni que me pagaras, boludo.
Más tarde, le escribo:
Flaco, yo no soy tu puta. Ubicate.
Si no pude ir ni avisar ayer fue porque me pasó algo, si te interesa saber qué me pasó, preguntame bien; no asumas que me fui tras otra pija (no sé si sabías, pero no se le habla así a una mina). Aparte, esa prepotencia de "conmigo, la próxima bla bla, dale?" Mirá, ni te debo nada ni tenés un free pass para mi concha.
Y no, tampoco mi cama es un centro de reunión para los amigos (nos venos en la cama de lulú, boludo, qué es eso?)
Espero haber aclarado un poco los tantos para evitar futuras confusiones.
Saludos,
Lulú.
No sé en qué realidad paralela viven algunos tipos.
No soy tu puta (sorry to tell you).
