Axel y Lulú: la novelita de la tarde.

Es el día del padre and all that crap, Axel llega a mi casa a la hora del pedo. A las 00.30 me había mandado un SMS diciendo que estaba esperando un taxi, pero son casi las 2 del amanecer cuando lo veo llegar. Me quedé dormida en el futón y, al verlo, me pregunto cómo carajos hizo para ponerle *una hora* para conseguir un jodido taxi.

Estoy molesta, pero apenas Axel me dice "Perdón por llegar tarde", antes de besarme, empiezo a sentirme bien.

Me instala el programa para bajar las fotos del celu, que finalmente no funciona, y se tira junto a mí en el futón. Me imagino que me va a acariciar como la noche anterior, despacito y prolongado hasta que le pida por favor que me coja. Pero oh, magistral sorpresa, en cuestión de minutos me lo estoy cabalgando como si no hubiera un mañana.

Cuánto hace, me pregunta mientras cogemos sin forro en el futón, ¿Cuánto hace que no hacés el amor?

Yo no digo *hacer el amor*, respondo en su oído, es muy de novela de la tarde. Yo digo "coger con amor".

¿Cuándo cogiste con amor por última vez? pregunta

Cuando estaba con mi ex (AKA Cóndor) respondo. ¿Por?

Porque me gustaría que lo hicieras conmigo, me dice. Lourdes, yo te quiero en serio.

No son sólo estas reveladoras palabras, es la forma en la que me está cogiendo. Cuando un tipo coge como si necesitara esperma para un tubo de ensayo o cuando coge con amor, ambas son muy fáciles de reconocer. Le pregunto a Axel si se está enamorando de mí.

No, responde mientras seguimos cogiendo. Es un No seguro, certero, sin ninguna concesión. ¿Vos? pregunta. No, no; miento.

Más tarde, luego de un memorable polvo en el que acabamos al mismo tiempo, mientras sigue adentro mío porque *no quiere salirse*, nos quedamos en silencio durante unos minutos.

¿En que estás pensando? me pregunta. Estoy pensando si puedo ser sincera con vos, respondo. Axel me mira expectante. Sí, me estoy enamorando de vos, le digo.

Axel me quiere decir algo, pero no lo quiero escuchar. Me imagino que me va a decir que no siente nada, que tiene una muralla china que le atraviesa el escroto y le divide las bolas del corazón.

Pero no.

A mí me pasa algo parecido, me dice. Siento cosas muy fuertes y se me está yendo de las manos. Pero creo que necesitamos más tiempo.

Luego agrega It´s all a matter of time y ahí sí, sólo nos falta una lisiada andando en silla de ruedas por el plató.